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ANIMAL FIEL

¿Cómo identificar la lipidosis hepática en gatos?

gato decaido
Lipidosis hepática en gatos

Aunque a los gatos se les conoce por sus hábitos alimenticios exigentes, un dueño nunca debe pasar por alto el hecho de su gato no quiera comer. Evitar la comida puede ser un síntoma de lipidosis hepática felina, una afección común, pero potencialmente grave.

Sigue leyendo a continuación para ver información detallada sobre el origen de la lipidosis hepática en gatos, sus causas y principales síntomas. Conoce además qué gatos son más propensos a desarrollarla, cómo se diagnostica, cuál es su tratamiento y qué puedes hacer para prevenirla.

Nota. Durante la redacción de este artículo se consultaron diferentes fuentes especializadas en medicina veterinaria. Aun así, su contenido es de carácter informativo. En ningún caso se pretende contradecir o reemplazar el diagnóstico y las orientaciones de tu veterinario.

¿Qué es la lipidosis hepática y por qué ocurre en los gatos?

La lipidosis hepática felina, o enfermedad del hígado graso, es una condición seria y debilitante caracterizada por la acumulación anormal de grasa (triglicéridos) en el hígado del gato. Esta afección puede ocurrir sin una causa obvia, o puede ser secundaria a otra enfermedad 1 2.

Curiosamente, la lipidosis hepática solo afecta a los gatos; no ocurre en ningún otro animal.

Cualquier circunstancia que disminuya significativamente la ingesta de alimentos durante 3-4 días consecutivos puede conducir a su desarrollo. Aunque existen diferentes factores de riesgo, un gato enfrenta mayor peligro si ha estado sin comer mucho tiempo. Cabe señalar que la predisposición al hígado graso no varía con el sexo ni la raza.

¿Por qué se produce la acumulación de grasas en el hígado del gato?

Como dueño, es importante que comprendas lo que ocurre en el organismo de tu gato. Esto no solo te ayudará a entender el origen del problema, sino también a evitarlo en primer lugar.

Cuando el suministro de alimentos es muy bajo, o el organismo no es capaz de usar la energía proveniente de los alimentos ingeridos, el cuerpo del gato comienza a almacenar las células de grasa como fuente de energía. Esto puede ocurrir en caso de:

  • Una reducción en el apetito por dolor, estrés, cambios repentinos en la dieta, etc.
  • Un aumento en los requerimientos de energía debido a afecciones como el hipertiroidismo o el cáncer.
  • Una alteración en la descomposición, absorción y uso de la energía causada por afecciones como la diabetes o la pancreatitis.

gato que no quiere comer

Si un gato pasa varios días sin comer, o simplemente no ingiere las calorías necesarias, su cuerpo comienza a enviar células de grasas al hígado para convertirlas en energía. Es aquí donde surge el problema, sobre todo si se trata de un gato obeso o sedentario (el metabolismo de las grasas en estos gatos no es eficiente).

Los felinos están diseñados para moverse rápidamente, cazar pequeñas presas y comer pocas veces al día. Estos animales no evolucionaron para comer grandes comidas ni para comer constantemente durante todo el día. Eso significa que sus cuerpos no evolucionaron para almacenar o metabolizar demasiada grasa.

El hígado de tu gato puede no ser eficiente a la hora de metabolizar toda la grasa movilizada en respuesta a la falta o la insuficiencia de alimentos. Como resultado, se produce una acumulación de triglicéridos en el hígado, impidiendo su funcionamiento normal. Según el Manual Veterinario de Merck, es en este punto en el que la mascota desarrolla la condición de hígado graso o lipidosis hepática 3.

Comúnmente, el gato se torna ictérico, mostrando un color amarillo en la piel, las mucosas y la parte blanca de los ojos. Si no se trata de forma rápida, la condición puede ser fatal.

Causas asociadas a la lipidosis hepática en gatos

Según informan los expertos, entre el 80 y 90% de los casos de hígado graso en gatos se deben a una condición subyacente (lipidosis hepática secundaria). Es decir, la lipidosis se produce como una consecuencia de otra enfermedad. Cuando no se logra identificar una causa subyacente, se le conoce como lipidosis hepática primaria; sin embargo, este es el escenario menos frecuente.

Las 7 enfermedades que pueden causar o aumentar el riesgo de lipidosis hepática en los gatos son:

  1. Diabetes
  2. Hipertiroidismo
  3. Pancreatitis
  4. Cáncer
  5. Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
  6. Enfermedad renal
  7. Alteración de la función hepática (colangitis, hepatitis)

Ver más adelante: Diabetes en Gatos – Primeros Signos, Consecuencias y Alimentación

gato comiendo su comida

¿Cuáles son los principales factores de riesgo?

De forma general, un gato tiene más probabilidades de padecer de hígado graso si:

  • No ha estado comiendo, o no come lo suficiente
  • Tiene sobrepeso o es obeso
  • Tiene una condición aguda / crónica de salud
  • Ingiere una dieta muy alta en grasas
  • Vive en un entorno estresante
  • Es sometido a cambios repentinos en la dieta

La pérdida de apetito, o la reducción significativa en la ingesta calórica, es el factor predisponente más frecuente para la lipidosis hepática felina.

Al hacer cambios en la dieta, muchos dueños piensan erróneamente: “si mi gato tiene suficiente hambre, entonces se comerá la comida”. Tratándose de gatos, esa puede ser una suposición peligrosa.

Primeras señales y síntomas avanzados de la lipidosis hepática

Muchos gatos con lipidosis hepática tienen antecedentes de no haber comido durante varios días. Este período de inapetencia puede ser tan corto como de 2 días. Como resultado, la mascota experimenta una pérdida de peso rápida, la cual progresa hasta perder el 40-60% de su peso corporal.

Los síntomas iniciales de la lipidosis hepática felina incluyen:

  • Pérdida del apetito
  • Deshidratación
  • Pérdida de peso
  • Vómitos, náuseas y babeo excesivo

A medida que la condición avanza, se pueden observar los siguientes:

  • Ictericia (coloración amarillenta)
  • Letargo, depresión
  • Pérdida muscular
  • Diarrea o estreñimiento
  • Cabeza y cuello colgando hacia abajo
  • Colapso

Si el gato no recibe tratamiento, o presenta un caso grave de hígado graso, puede experimentar los síntomas típicos de insuficiencia hepática. Aquí se incluyen:

  • Heces de color negro alquitranado
  • Moretones (coagulación anormal de la sangre)
  • Coma (por acumulación de toxinas provenientes del hígado)
  • Comportamiento anormal que progresa a convulsiones
  • Muerte

¿Cómo se diagnostica la lipidosis hepática en gatos?

El diagnóstico del hígado graso en los gatos se logra a través de un examen físico, el historial de alimentación y medicamentos, así como diferentes análisis de sangre y pruebas de imagen (específicamente del hígado y la vesícula biliar).

gato en la consulta del veterinario

Las pruebas de sangre ayudan a evaluar los niveles de glóbulos blancos y glóbulos rojos, la función hepática y renal, las concentraciones de proteínas, de electrolitos, e incluso la coagulación sanguínea.

Por su parte, el ultrasonido y la radiografía abdominal facilitan la confirmación del diagnóstico, ya que el hígado graso luce diferente (agrandado) al hígado sano.

En algunos casos, se puede requerir una muestra de tejido hepático, lo cual se obtiene mediante biopsia o aspiración con aguja. Un tejido que muestre gran acumulación de grasa es la prueba definitiva para diagnosticar la lipidosis hepática.

Ver más adelante: Clamidia en los Gatos – Por Qué Ocurre + Cómo Se Cura

Tratamiento: ¿la lipidosis hepática en gatos se cura?

Siempre y cuando se detecte en su fase inicial, la lipidosis hepática felina es una condición tratable y curable.

El tratamiento del hígado graso se basa en el soporte nutricional, lo que muchas veces requiere de la alimentación forzada a través de una sonda. La dieta líquida de recuperación está diseñada para restablecer el equilibrio metabólico del animal, tratando de no generar estrés en su organismo 4.

Esta sonda deberá mantenerse hasta que el gato sea capaz de alimentarse por sí mismo. La recuperación con apoyo nutricional suele demorar de 6-8 semanas, pero algunos gatos pueden necesitar hasta 18 semanas.

El hígado deberá reanudar su funcionamiento normal, de modo que pueda movilizar las reservas excesivas de grasa.

Algunas mascotas pueden ser hospitalizadas durante varios días para corregir la deshidratación mediante la administración de líquidos por vía intravenosa. La hospitalización es especialmente importante en gatos con lipidosis hepática avanzada que presentan ictericia, convulsiones y otras complicaciones.

Si bien el soporte nutricional es el componente más importante del tratamiento en casa o en el hospital, muchos gatos también son tratados con medicamentos para apoyar la función hepática, disminuir las náuseas, estimular el apetito y corregir los desequilibrios electrolíticos.

Así mismo, se recomienda la suplementación con vitamina B12 y vitamina K. Según se ha observado, los gatos con lipidosis hepática son deficientes en ambas vitaminas.

Una vez avanzado el tratamiento, será necesario realizar nuevos análisis de sangre para comprobar que las enzimas hepáticas del gato están volviendo a la normalidad.

Advertencia. Asegúrate de seguir las orientaciones del veterinario acerca de la alimentación, el tiempo de recuperación y demás cuidados en el hogar. Nunca intentes retirar la sonda por ti mismo; aunque es un procedimiento simple, lo mejor es dejarlo en manos de un profesional.

Prevención: ¿qué hacer para que mi gato no tenga hígado graso?

Teniendo en cuenta las causas y principales factores de riesgo que conducen a la lipidosis hepática en los gatos, existe un grupo de medidas que contribuyen a su prevención. Aquí se incluyen:

1. Mantener al gato con un peso saludable

Los gatos con sobrepeso u obesidad tienen más reservas de grasa en su cuerpo, de ahí que puedan movilizar mucha más grasa hacia el hígado en caso de ser necesario. La mejor forma de prevenir esto es no dejar que el gato engorde en primer lugar.

Evita malcriar a tu mascota con el exceso de comida y asegúrate de que realice suficiente ejercicio todos los días. La mayoría de los gatos en interior viven una vida sedentaria.

Un buen enfoque alimenticio consiste en mantener el mismo número de calorías en dos comidas diarias. Controlar el peso del gato es mucho más fácil si lo alimentas con una cantidad precisa de calorías en la mañana y luego en la noche.

¿Sabes cuánto debería pesar tu gato? También es recomendable que busques información sobre el peso corporal más adecuado. En caso de que el animal ya tenga sobrepeso, introduce algunos cambios para que adelgace, pero es importante que lo hagas muy lentamente. Recuerda que una pérdida de peso brusca puede causar el mismo problema que quieres evitar.

¿Cómo saber si tu gato tiene sobrepeso?

  • El gato debe tener una cintura perceptible.
  • Sus costillas deben sentirse fácilmente sin tener que presionar a través de una capa gruesa de grasa.
  • La espalda del gato no debe ser perfectamente plana.
  • Tu gato no debe tener pliegues colgantes de piel.

2. Vigilar qué tan bien está comiendo la mascota

El gato que come muy poco puede tener incluso más riesgo que un gato que come en exceso. Asegúrate de que tu mascota esté comiendo la cantidad adecuada para su tamaño.

A veces, puede existir una falta de apetito debido a un dolor o a ciertos factores estresantes (sociales o emocionales). Por ejemplo, agregar una nueva mascota a la familia hará que tu gatito deje de comer. En ocasiones, la inapetencia es el resultado de un conjunto de factores.

gato encima de una balanza

3. Introducir los cambios alimenticios de forma gradual

Los cambios drásticos o repentinos en la dieta pueden alterar el sistema digestivo de tu gato, e incluso hacer que pierda el interés en la comida. Si necesitas hacer la transición a un nuevo alimento, hazlo poco a poco.

Se recomienda empezar con una mezcla de ambas comidas (la nueva y la actual). Después de 1-2 días, incrementa la porción de la nueva comida, y así progresivamente hasta eliminar por completo la comida habitual.

Tanto las papilas gustativas como el intestino necesitan un período para adaptarse. Algunos gatos pueden hacer la transición en 1 semana, pero otros pueden demorar más tiempo.

¿Cómo cambiar la comida de tu gato?

  • Primera fase. Días 1-2 (o días 1-4): mezcla 25% de comida nueva con 75% de comida actual.
  • Segunda fase. Días 3-5 (o días 5-10): mezcla 50% de comida nueva con 50% de comida actual.
  • Tercera fase. Días 6-7 (o días 11-14): mezcla 75% de comida nueva con 25% de comida actual.

4. No dejar al gato solo en casa

Los gatos domésticos son reconocidos por su naturaleza solitaria e independiente, pero no hay que llevar esta idea al extremo. A la gran mayoría de ellos les gusta estar cerca de las personas, incluso más de lo que muchos dueños imaginan.

Dejar a un gato solo durante un tiempo, sin supervisión y sin ninguna interacción, puede causarle estrés y disminución del apetito. Dos días a solas pueden ser suficientes para ponerlo en riesgo.

5. Limitar el estrés

Tal y como hemos mencionado antes, el estrés puede ser un factor importante en el desarrollo de la lipidosis hepática felina. Los gatos estresados ​​no suelen comer bien, y a veces no comen en absoluto. Es por eso que se recomienda tomar acciones para mantener al gato en un entorno seguro y tranquilo.

Algunas de las fuentes de estrés más comunes son:

  • Un nuevo ambiente que no entiende
  • Un espacio pequeño donde tiene que competir por el uso de una caja de arena o la comida
  • La intimidación entre gatos dentro del hogar
  • La visita de varias personas durante la noche
  • Los ruidos, disturbios o construcciones en la casa
  • La llegada de un nuevo bebe
  • La llegada de una nueva mascota

¿Cómo saber si tu gato está estresado?

Uno de los principales signos de estrés en los gatos es la necesidad inusual de esconderse.

Recomendados:

Respuestas rápidas a Preguntas frecuentes

¿Cómo saber si mi gato está enfermo del hígado?

El hígado interviene en numerosos procesos vitales para el organismo del gato, desde la digestión de los alimentos y la producción de bilis, hasta la síntesis de proteínas y la eliminación de toxinas, entre otras funciones.

La siguiente lista incluye los síntomas (comunes y avanzados) que pueden sugerir un trastorno en la función hepática felina 5:

  • Ictericia (coloración amarillenta de los ojos, las mucosas y la piel)
  • Disminución o falta de apetito
  • Disminución en los niveles de energía
  • Pérdida de peso
  • Aumento de la sed y la micción
  • Incremento de la salivación
  • Vómitos
  • Diarreas
  • Fiebre
  • Letargo
  • Cambios en el comportamiento
  • Dificultad para respirar
  • Inflamación abdominal
  • Presencia de petequias (pequeños puntos de color rojo-púrpura) en las encías, las orejas o cualquier otra parte del cuerpo
  • Moretones debajo de la piel
  • Sangrado en la orina y las heces
  • Convulsiones

¿Qué pasa cuando un gato se pone amarillo?

El color amarillento en la piel, los ojos o las mucosas del gato es un resultado directo de la ictericia. Al igual que en los humanos, la ictericia en gatos es un signo de problemas hepáticos 6. Esta coloración amarilla se debe a una alta concentración de la sustancia llamada bilirrubina.

gato con color amarillo en ojos, mucosas y piel

En condiciones normales, el hígado se encarga de extraer la bilirrubina del torrente sanguíneo para llevarla al sistema biliar, ayudando a mantener el nivel de bilirrubina sérica bajo control. Pero si el hígado del gato no funciona correctamente, entonces la bilirrubina comienza a acumularse en la sangre.

Cualquier gato con trastornos en el hígado puede desarrollar ictericia, independientemente de su raza, sexo o edad. Siempre que se observe una coloración amarillenta anormal, es imprescindible acudir al veterinario.

Dado que la mayoría de los gatos tienen el cuerpo cubierto de pelo, el color amarillo suele ser más visible en la parte blanca de los ojos, las encías y las orejas.

¿Existe algún remedio casero para el hígado graso en gatos?

Muchos dueños se preguntan si hay algún tratamiento natural que ayude a desintoxicar el hígado de su gato y favorezca la función hepática normal. Si bien la enfermedad del hígado graso debe ser tratada según las orientaciones del veterinario, vale la pena consultarlo sobre el uso de posibles remedios y suplementos naturales.

El remedio casero más popular para desintoxicar e impulsar la recuperación del hígado graso en gatos es el cardo mariano. Los ingredientes activos de esta planta antioxidante han demostrado ser eficaces en el tratamiento de la enfermedad hepática.

Incluso, se han utilizado en la elaboración de medicamentos veterinarios para recuperar la función hepática en perros y gatos. Así lo demuestra una publicación 7 del PortalVeterinaria acerca del lanzamiento de un nuevo producto a base de cardo mariano (Prolivet) en España.

Al parecer los compuestos antioxidantes del cardo mariano no solo ayudan a desplazar un mayor número de toxinas, sino también a acelerar la producción de nuevas células hepáticas, reemplazando las células dañadas.

¿Cómo darle cardo mariano a un gato?

Afortunadamente, el cardo mariano suele estar disponible en forma de suplementos (píldoras, cápsulas, extracto líquido). Asegúrate de comprar un producto destinado para gatos. La variante líquida parece ser la más indicada para usar en estos casos.

La dosis se debe calcular en función del contenido de silimarina (compuesto activo) y el peso corporal del gato. Para los gatos se suele recomendar la dosis diaria de 100 mg (en cápsula), la cual puede aumentarse o reducirse ligeramente si el gato pesa más o menos de 10 libras.

Si se utiliza el extracto líquido de cardo mariano, la dosis puede variar de 5 a 10 gotas diarias (divididas en 2-3 veces al día). En general, se administra 1 gota por cada 2 libras de peso corporal. El veterinario puede indicarte cuál es la dosis más adecuada en caso de aprobar su administración.

Otros remedios naturales buenos para el hígado son la cúrcuma, el diente de león y la alcachofa.

¿Cómo debe ser la dieta de un gato con lipidosis hepática?

Una vez que el gato ha sido diagnosticado con lipidosis hepática, su dueño y el veterinario deben determinar cuál es la mejor dieta según su estado de salud y la gravedad de la condición. El veterinario puede sugerir un tipo específico de comida enlatada para gatos, o la elaboración de comidas caseras.

Fuentes especializadas indican que la dieta de un gato con hígado graso debe estar compuesta por 8:

  • Proteínas de alta calidad
  • Carbohidratos de fácil digestión y alta calidad
  • Grasas de alta calidad
  • Antioxidantes (vitamina E, vitamina C y selenio)

El objetivo de esta dieta especial es precisamente reducir la carga de trabajo en el hígado, combatir el estrés oxidativo y restablecer su función normal.

Se recomienda la administración de comidas más pequeñas y frecuentes, así como una reducción en las cantidades de sodio.

¿Cuál es el pronóstico de vida para un gato con lipidosis hepática?

El pronóstico para los gatos con lipidosis hepática suele ser muy bueno cuando se logra un diagnóstico temprano, se sigue el tratamiento de soporte nutricional, y en caso de existir, se controla la enfermedad subyacente. El período de recuperación es típicamente de 6 a 12 semanas, con un tiempo promedio de 8 semanas.

Los gatos tratados en las primeras etapas de la enfermedad tienen una tasa de recuperación del 80 al 90%. Sin embargo, los gatos con hígado graso no tratado casi siempre mueren por desnutrición severa o por complicaciones graves, como la insuficiencia hepática.

La recurrencia de la lipidosis hepática primaria es rara y la mayoría de los gatos que sobreviven pueden tener una vida completamente normal. En el caso de la lipidosis secundaria, la mascota puede requerir un tratamiento específico a largo plazo; estos gatos suelen tener un peor pronóstico.

Pensamiento final

  • La lipidosis hepática, o enfermedad del hígado graso, es una afección grave que ocurre exclusivamente en gatos.
  • El desencadenante más común de este trastorno es la pérdida de peso repentina, ya sea como resultado de la anorexia o por una reducción significativa en la ingesta diaria de calorías.
  • Los síntomas comunes incluyen deshidratación, babeo excesivo, vómitos, letargo e ictericia.
  • El tratamiento de soporte nutricional debe iniciarse cuanto antes y continuar durante varias semanas.
  • Se recomienda consultar al veterinario siempre que un gato se niegue a comer o muestre una reducción importante en su apetito durante varios días.

Referencias:

  1. https://www.sciencedirect.com/topics/veterinary-science-and-veterinary-medicine/feline-hepatic-lipidosis
  2. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28108035
  3. https://www.merckvetmanual.com/digestive-system/hepatic-disease-in-small-animals/feline-hepatic-lipidosis
  4. https://www.petmd.com/cat/conditions/digestive/c_ct_hepatic_lipidosis?page=2
  5. https://www.merckvetmanual.com/cat-owners/digestive-disorders-of-cats/disorders-of-the-liver-and-gallbladder-in-cats
  6. https://www.petmd.com/cat/conditions/digestive/c_ct_jaundice
  7. https://www.portalveterinaria.com/articoli/productos/30752/prolivet-es-un-producto-para-perros-y-gatos-que-ayuda-a-recuperar-la-funcionalidad-hepatica.html
  8. https://www.petmd.com/blogs/nutritionnuggets/cat/dr-coates/2014/april/feeding-cats-liver-disease-31536

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